Amor flamenco


Vos tenías ganas de hablarle pero no te prestó nunca atención. Eras como un niño desesperado. En su boca le inventabas sabores a caramelos y enredabas tus ganas en su pelo. Sin estar, te viste feliz entre sus piernas.
Pero caminabas a su par y ni te veía la cara. Te oxigenabas las lastimaduras de su ignorancia con sus risas de histeria. Colgabas sus fotos en las paredes de tus habitaciones. Volvías a tu casa abandonada y sabías que estaba muy lejos, pero no dejabas de pensarla ni soñarla.
Hoy te late demasiado el corazón. Y te duelen las manos de tocarle flamenco desde la vereda al frente de su balcón.
Pobre demonio que no ves que no te ve.
Y te cuentan al oído las cien historias de las mil mujeres que tenes a tus pies. Pero vos no dejas de soñar con ella y probas el vidrio de la copa de vino que dejo en aquel bar. Y vas con el fuego del amor por la vereda del frente de su casa, con un banco y la guitarra.
Después de tanto llanto te secas las penas, abrís una cerveza y le tocas todas las canciones de Liebert. Te arden los dedos de tanto flamenco. Pero ahí estas, que estúpida expresión. Te ves tan desesperado que te han echado de la calle.
Caminando hacia el infierno te fuiste. Y el corazón ahorcado desde su ego. Mujer maldita que desde que la viste la quisiste.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...