Probame

Te invito a que me vuelvas a probar sin alcohol en la cabeza y con menos toxinas en la sangre. No demos vueltas: estoy acá sentada frente los ojos de la gente casi sin dormir atajando mis diablos y evocando lo que sea para escribir. Y la inspiración tiene olor a vos: apenas me tocas y el resto del tiempo me esquivas. Yo mientras tanto pienso tus manos acariciando donde yo quiera. Despacito que hay tiempo y acá nadie nos corre. De nuevo que tengo mil cosas con vos en la cabeza y esta vez para mí los detalles son importantes. Cerra los ojos.
Pero vos te escondes bajo llaves que no encuentro y te estas perdiendo de mí. Que no te das cuenta que puedo ser la que mejor sepa cuando, a que hora, donde y como te gusta.
Entonces te invito a que me vuelvas a probar y que importa si luego soy veneno o jalea que cura. O si hay otras prioridades o todo es un absurdo que atrapa sin sentido.
Te invito igual a que te dejes de enredar en mis pensamientos y me vuelvas a probar.

1 comentario:

Bartolomé dijo...

Precioso, y los anteriores también. Mundo de plástico donde nos falla poder decir lo que sentimos, y deseamos poder decir. Nos olvidamos que lo que vale son esas llaves, lo que vale en cuando esas llaves abren los velos y a aparece la simpleza de lo único que es real. El cariño.

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