Ulises

Mi historia fue contada por muchos sin conocerme jamas. Se inventaron partes, se desmenuzo la verdad en datos sin lógica,. Y es por eso que jamas fue contada tal cual pasó, hasta hoy. Supuse que llegaría este día donde la verdad dejaría de estar en segundo plano. No es que me faltaron oportunidades, pero todavía no era el momento para que ustedes se enterasen de la verdad, no era el momento oportuno, y mucho menos apropiado. La historia no estaba lista para ser cambiada aún.
Me llamo Ulises, y a pesar de tener 78 años, recuerdo cada detalle de esa noche. A pesar de los años ya pasados, y el transcurso de mi vida, sin embargo nadie me puede quitar el hecho de haber vivido el único hecho que hoy al ser contado cambia la historia de la humanidad.
Hoy vivo, viudo desde hace 15 años, en un departamento con mi hermano Aquiles, y su perro Mateo. Mis días a mi edad pasan sin tener mucha significancia, ya a esta altura de la vida la rutina es hábito y el habito una forma de vida. De todos modos esto es lo que yo quiero, tranquilidad, aunque sea solo tranquilidad física.
Mi cerebro aún no consiguió relajarse a pesar de la vejez que lo acecha, sigue funcionando de manera desorbitada. Supongo que jamas reposara en la tranquilidad de los pensamientos existenciales, pero no lo culpo, o mas bien me entiendo...
Para contar lo querido, primero debo empezar por mi vida, y detenerme a los 22 años.
Nací un domingo 24 de julio en el seno de una familia conservadora en Viena. Tuve padre y madre y su apoyo hasta que decidí marcharme para hacer de mi vida lo que se me plazcara. La religión no me acentaba bien y hasta en algunos momentos llego a chocar con mis ideas escépticas. El estudio me aburría y me parecía absurdo el estudio de filósofos muertos revividos en libros como la absurda lectura de La república y las leyes de Ciceron. Yo no tenía cabida en un mundo tan absurdo para mis ideales, tan estructurado para mis pensamientos, necesita de la libertad para poder ser.
Me marché cuando tenía 16 años, jamas volví a ver a mis padres hasta que en 1942, la guerra nos volvió a unir, yo tenía alrededor de 20 años cuando las tropas aliadas se encaminaban a enfrentarse a Alemania. Mis padres murieron durante el primer período de la guerra. Sentí entonces la muerte, mi vida se descarriló cuando entendí que me había equivocado al irme de mi hogar. Jamas pude conocer mis orígenes.
Para ese entonces me tuve que hacer cargo de mi hermano Aquiles, apenas sabía caminar.
Tuve suerte y encontré trabajo en un campo trabajando como peón, cumplí 21 años y a diferencia de lo vivido, me encontraba con la responsabilidad de criar un niño que era mi hermano menor.

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