Buenos Aires tiene un aire que mezcla aromas, su perfume, el de ella y el de él. El único compromiso es el de cruzar miradas y ahí donde te encuentro, te beso. Y se besan sin tocarse en un colectivo que sale de Retiro hasta Belgrano. Y es como una orgía de miradas y me encanta. En Buenos Aires todos hacen el amor 20 veces al día con 20 desconocidos mientras esperan el subte en Cabildo o el tren en Colegiales.
La gente en Buenos Aires
No es Buenos Aires lo que me gusta, es su gente. Abrazarse ahí mismo si hace falta o besarse sentados en el cordón de la vereda. Me gustan los flujos que caminan por la vereda, doblan en Reconquista, y acompañan a dos enamorados que no pueden dejar de tocarse.
Buenos Aires tiene un aire que mezcla aromas, su perfume, el de ella y el de él. El único compromiso es el de cruzar miradas y ahí donde te encuentro, te beso. Y se besan sin tocarse en un colectivo que sale de Retiro hasta Belgrano. Y es como una orgía de miradas y me encanta. En Buenos Aires todos hacen el amor 20 veces al día con 20 desconocidos mientras esperan el subte en Cabildo o el tren en Colegiales.
Buenos Aires tiene un aire que mezcla aromas, su perfume, el de ella y el de él. El único compromiso es el de cruzar miradas y ahí donde te encuentro, te beso. Y se besan sin tocarse en un colectivo que sale de Retiro hasta Belgrano. Y es como una orgía de miradas y me encanta. En Buenos Aires todos hacen el amor 20 veces al día con 20 desconocidos mientras esperan el subte en Cabildo o el tren en Colegiales.
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