Como una Cenicienta sin cuento y sin magia, con carrito de supermercado a
34 grados. Como Blanca Nieves pero sin príncipe ni manzanas, con resaca
y zumo de naranja. Como Rapunzel sin torre y con turno en la peluquería
así es mi cuento de hadas con mandarinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario