Toni Frissell |
Saltó descalza. Saltó desde la cornisa. Saltó con el pelo batido y una sonrisa para volver a encontrarse con ese placer tan íntimo que se marchó. Que se le escapó.
El placer de lo extraño volviéndose cotidiano, eso añoraba y por eso el domingo pasado empezó a fumar para dejar de fumar. A beber para dejar de beber, a no amarse para empezar a hacerlo.
Se cortó el cabello para verlo crecer, se pintó las pestañas de azul para volver al marrón. Se hizo un tatuaje y dejó las zapatillas por tacones. Cambió de vestuario para poder volver al de ella un día. Volver a lo que es y sorprenderse con lo que es (…) por eso dejó de fumar el viernes.
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