Me considero viva en un segundo y enterrada al otro lado del minuto que viene. Qué hay mil exigencias que no son mías, que no las quiero y lo que quiero no lo entiendo. Y lo que busco se me escapa y si lo tengo no lo quiero. No me entiendo y aspiro la brisa del desodorante ambiental con olor a Marina que hay en los baños de Mc Donald, y no me veo en este mundo de plástico que me sacude y me deja sin nada.
Después de la pared en blanco
Raras veces como ahora me siento humano. Vérmelas con la resaca de la vida sentada al lado de la venta de mi cuarto, al frente una pared en blanco como todo lo que está después de ahora.
Me considero viva en un segundo y enterrada al otro lado del minuto que viene. Qué hay mil exigencias que no son mías, que no las quiero y lo que quiero no lo entiendo. Y lo que busco se me escapa y si lo tengo no lo quiero. No me entiendo y aspiro la brisa del desodorante ambiental con olor a Marina que hay en los baños de Mc Donald, y no me veo en este mundo de plástico que me sacude y me deja sin nada.
Me considero viva en un segundo y enterrada al otro lado del minuto que viene. Qué hay mil exigencias que no son mías, que no las quiero y lo que quiero no lo entiendo. Y lo que busco se me escapa y si lo tengo no lo quiero. No me entiendo y aspiro la brisa del desodorante ambiental con olor a Marina que hay en los baños de Mc Donald, y no me veo en este mundo de plástico que me sacude y me deja sin nada.
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