Pobrecita su piel.
Pobrecita su piel.
Pobrecita su piel.
De la situación nació un niño con la piel blanca como la luna que la gitana parió por la mañana. A las 8 exacto le vinieron las contracciones, estaba sola.
A la noche siguiente vino el hombre con la luna mientras la gitana lo esperaba con el niño en brazos. El sintió celos.
Las noches siguientes ardieron en fiebre, el niño lloraba en su cuna y la gitana miraba por la ventana. Y de a poco dejó de ser mujer y fue madre.
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