¿Cuántas veces escuchaste las palabras “Cine Independiente” o “Cine Indy”?. Cine austero con lenguaje del cine primitivo y personajes con historias bizarras que sobrellevan un cierto tono y cuyos representantes defienden su carácter individual.
Entonces vas al cine el miércoles, hay diferentes opciones de películas, elegís una sin saber muy bien de que se trata, lees el cartel y notas que no hay nombres “conocidos”, directamente sentencias: ...“¡Esta película es Independiente!”... ERROR, no no no.
Muchas veces detrás de una producción glamorosa con el recontraconocido sello de Hollywood, se puede esconder un discurso totalmente personal. Un ejemplo, Martín Scorsese, tenga o no millones de dólares sus películas encima siempre deja la huella de la casa, se trata de películas con temáticas difíciles o arriesgadas para el film.
Y después tenemos (lo mas conocido como Cine Independiente), la producción barata e independiente, títulos como: “Una ultima copa”, “Harpones”, “Day Trippers”, etc. Son películas totalmente indy, desde la producción, costo y por sobre todo Guión.
¿Un ejemplo más visible?. Tomemos la película “Happiness”, por la historia no das mucho, demasiada simple. 3 Hermanas desconformes con sus respectivas vidas. Una en bancarrota, otra casada con un clásico tipo demasiado simple que la aburre, y la tercera tiene éxito profesional pero es una fracasada en lo personal. (Historia que encaja en el escenario de la vida del programa de Moria Casan).
¿Qué hace el director para hacer una película independiente?. Bueno, mete en el medio de las vidas de las hermanas a un pedofilo que acosa constantemente a los hijos de estas tres mujeres, mete en escena al típico obeso de las llamadas sexuales y cosas por el estilo (pervertidas). Retorcemos bien la historia y sacamos algo personal. Eso es ser independiente.
Otra forma de definir al cine Indy es por la forma de filmar la película. Si observas que cuando una película tiene un marcado carácter de despegarse de lo convencional, usa muchísimo el teleobjetivo. Usando ese lente se le saca al actor todas las imperfecciones físicas que tenga, pero se explota al máximo la emoción que puede llegar a darte con su personaje.
Dejame explicarte mejor algunas cosas de este estilo de cine:
Las situaciones: Son realmente marginales y se pueden definir como extremas.
Los actores: Ninguno sobre sale por encima del otro, se cuida mucho que sea un todo homogéneo, mientras que en el cine de estudio se cuida mas al actor, los efectos especiales, etc... En el cine indi todos los actores tienen una historia detrás, y muy bien no se sabe quien es el protagonista y quien el secundario.
El presupuesto: Salvo la “Delgada Línea Roja”, todas las demás son películas de menos de 10 millones de dólares. Para que tengas una idea, el presupuesto medio de una película de estudio es de 25 millones, te vas a dar cuenta que hay una notable diferencia de presupuesto.
Los escenarios: Por lo general son películas intimistas (palabra que viene de intimo) en la que los exteriores no asumen un papel destacado. “Celebrity” si usa exteriores, pero como si fuesen interiores. Para Woody Allen, rodar en Manhattan es como rodar en el living de su casa.
La finalidad: Ninguna de estas películas pretender desbordar las taquillas, pretenden llegar a un publico selecto... tal vez amplio, pero selecto... es decir, No son “Episodio I”.
Ideología: Películas que dan vuelta sobre cuestiones progresistas, están contra el sistema prestablecido, pero a veces se esconde un cierto mensaje fascista si no se sabe distinguir a tiempo (caso de American...).
Música: También puede ser que sea independiente o recuperación de viejos hitos.
Películas Independiente para que las ubiques y te las alquile: “La delgada línea roja”, “Dioses y Monstruos”, “Apiñes”, “Little Óbice”, “Los lobos de Washington”, “The house of yes”, “The General Gleason”, “Celebrity”, “American History X”, “La cena de los idiotas”... y la lista puede seguir (Si queres mas nombres de películas mandame un mail. Si queres contratarme para escribir guiones, también me mandas un mail. Si me queres como actriz, mandame un mail, después hablamos de plata).
1 comentario:
A riesgo de sonar snob, voy a empezar con una oración jugada: Días atrás caminaba por Manhattan y pensaba en Woody Allen.
Mientras recorría sus calles tenía múltiples sensaciones. La primera era que por esas calles había caminado miles de veces, a pesar de ser la primera vez que ponía un pie en la Gran Manzana. Y entendí que tenía esa sensación porque había vivido las mil vidas que Mr. Allen me contó durante años. Porque Mr. Allen, como los novelistas rusos, es un gran contador de historias. Algunas pequeñas, otras ni siquiera eso, mínimas, pero todas cercanas, muy cercanas, porque tocan las más sensibles fibras de la existencia. Sin saberlo, yo había sido un rabino ciego feliz por el matrimonio de su hija, y había sido un director angustiado al borde del suicidio, y había sido Hannah, y había sido también sus hermanas, y había sido Annie Hall, y había sido tantos otros personajes.
La segunda sensación era que su existencia como urbe no podía ser separada de su poeta. Roma no sería Roma sin Virgilio, de la misma forma que Manhattan no serían Manhattan sin Woody Allen. Una primer mirada nos muestra una urbe como muchas otras, porque es una ciudad que no se destaca por un estilo arquitectónico único, ni por su exotismo cultural, ni por nada más. Es grande y por grande diversa; es rica y por rica llena de vida. Se destaca en realidad porque, aunque no lo notemos, en nuestra conciencia resuena su versión sublimada, que ya no podrá nunca despegarse de la real. El Indio en un verso que va a sobrevivir a la vorágine de los tiempos y al fin del mundo dice: Siempre fui menos que mi reputación. Lo que el Indio no dice es que ambas son inseparables, porque una existe en la otra, porque fueron soldadas por el poeta eterno.
We love Woody Allen.
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