Besos anzuelo
Estábamos los dos en la misma esquina, a la misma hora, por los mismos motivos, pero él estaba presente y yo dos meses atrasada. Él quiso tener una segunda vez y me esperó un mes. Estaba parado en la misma esquina cuando llegué y por motivos físicos y cuánticos que desconozco el tiempo se detenía cada vez que quedábamos aunque los dos estábamos a destiempo. Y entonces él probó besarme para traerme a su tiempo, fue por sorpresa, estaba sentado al frente mío, se paró y me besó cuando pasó por mi lado y yo lo besé también para confirmarlo. Y si hubiese sido por esperar hubiésemos logrado combinar tiempos pero no lo hicimos. Tampoco lo sabíamos. No nos esperamos o no nos entendimos. Yo me fui y el se quedó. Cuando volví yo sentí que había llegado a su tiempo pero tenía miedo que él no estuviese en el mío y no quise uno de besos anzuelos. Y la historia sigue que ella sigue buscando esos besos que se parezcan a los de él, y él se casa con otra. Todo muy realista.
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