Baldovino Barani |
Por eso se duchó con sal, para desintoxicarse de su yo más nocivo y arrancar lo que viene con su yo sincerado. Después rompió con los esquemas, los suyos mentales que la ataban a la silla de la rutina y se vistió con vestido y sombrero.
Con sombrero y vestido (...)
Es que justamente hoy Berta tiene ganas de ser ella para que el año que entra no la desoriente más de lo que está desorientada cuando se deja estar en los esquemas mentales que se inventa.
Por eso hoy Berta tiene ganas (...)
Ganas de sombrero y vestido. De empezar de nuevo para no colapsar con intentos fallidos los sueños del encuentro, del afecto, de ir más allá y saltar como cuando las despedidas colapsan al que se queda y al que se fue. Quiere empezar otra vez para desdibujar los fracasos, todos los que acumuló entre febrero y diciembre y escribirlos en intentos. Intentos nuevos que arrancan hoy, en enero.
Empezar con la lista de cosas que la hace feliz, una por una y recordarlo para no olvidarse ni un segundo lo que al final vale la pena. Al final de los finales cuando la almohada le sacude la conciencia antes de dormirse para que no se duerma.
Y entonces hoy, justo antes de seguir su camino pidió cuotas más grandes de constancia y toneladas de voluntad. Pidió reflexión, objetividad y sobre todo buen humor.
Buen humor para no colapsarse cuando fracase si es que fracasa porque es humano fracasar, para no intoxicarse si se frustra y fe, fe en ella. Mucha fe para tener la voluntad de volver a ponerse de pie cuando se caiga, si es que se tropieza este 2013 y tenga que recogerse para volver a pisar con el pie derecho e ir por la lista de cosas que hacen feliz a Berta.
Por el vestido y el sombrero. Por ella sincerada, mujer (...)
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