Yo se que la lujuria que se dibuja en mi cara no es mía, viene de tus entrañas pero si cierro los ojos siempre retumbas por dentro. Si te arranco todo me explota. Es tu aliento, tu sonido, esa mirada que siempre me provoca. Y comienzo a fusionarme con el mundo que hay afuera y te veo. Y de nuevo la lujuria se me dibuja en la cara y la nena buena se pierde y todo me da lo mismo porque prefiero, al menos un par de veces al mes, irme al infierno para encontrarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario