La historia de una gana
Hay una gana. Una gana que suena a Chopin en Palonaise Fantasie. Nace en el estomago en uno de esos espasmos que te deja tieso y con la mirada perdida, sube a la cabeza y la comprime. Le saca todo el aire, la deja en blanco, y cuando la gana se siente asfixiada en la cabeza desprende relámpagos de electricidad desde el estomago hacia la cabeza en un ida y vuelta. Es un truco de supervivencia. Un truco para despertarme, para que pueda escuchar a Chopin en mi cabeza sin que haya música. Para que recuerde que hay algo que me mueve aunque no lo vea, como la música en Chopin. Que ese algo es mi electricidad. Lo que hace que me mueva. Que al final no hay más que eso, una gana. Una sola gana que le puede dar sentido al resto. Una gana armónica para mi cabeza caótica.
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