Andreas Heumann |
Un día cualquiera y sin aviso te fuiste de aquí sin cerrar la puerta y no supe si volvías o la dejabas entreabierta a sabiendas. A sabiendas casi abierta, sin cerrarla. Sin cerrarla para volver otro día cualquiera y sin aviso, y por eso me tienes aquí desde junio.
Aquí, esperando un no sé qué de todo lo que pudo haber sido y no fue, y no entiendo por qué.
Por qué así.
Así.
Tan de prisa.
Y por si regresas, que lo sepas.
Por si decides regresar aquí estoy. Aquí y en el mismo lugar. Aquí y de nuevo yo, siempre yo reflexionando todo lo que fue, aferrándome a lo que queda, viviendo con lo que viene y dejando salir lo que nunca regresa pensando, intuyendo, segura de que volviste y nunca te fuiste.
Y si tengo que creer, forzosamente creer que te fuiste, entonces dejo la puerta a sabiendas abierta. Te dejo la puerta siempre abierta, abierta de par en par por si decides volver.
Por si vuelves.
Por si estás aquí, cuidándome. Cuidando a Silvia.
Luciana Salvador Serradell
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