Existen colores que vienen con olores, como los sonidos con texturas. Es como acariciar el aire cuando es denso, cuando es húmedo y sopla el viento. Y a la tierra mojada cuando desprende transpiración. El color amarillo huele a verano, y el verano tiene el mismo sonido que el amarillo. Si escucho una canción, “Vientos de Cambios”, siento arena en mis pies. Si menciono el blanco, acaricio terciopelo en mi cabeza. Como los nombres, Ana, María, Eugenia, Lorena, Victoria, Patricia, Florencia, Noemí. Sin ninguna explicación lógica, Eugenia me es antipática. Ana es dulce, María es lluvia, Lorena es barro, Victoria es seguridad, Patricia color amarillo, Florencia mi hermana, Noemí arena.
1 comentario:
Y el relato es violeta, con un pequeño toque de naranja, con olor a ozono, porque después de las tormentas de verano, ese olor predice sensaciones. Y tu relato es violeta con olor a ozono.
Y no se porque.
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