Aleksandr Munaev |
Dame un poquito de la soga que te ata a mi ventana y sácate eso que atrapa todo lo que sale, lo que me sale cuando te saco de mi cama y en mi cama nunca estás.
Dame un poquito de agua caliente para echarle a la mía fría que tiene ocupado la mitad de mi colchón y en invierno tengo frío y en mi cama nunca estás.
Dame un poquito, un poquito más de la prosa que me colabas como mariposas. Que siempre me colabas cuando estabas, cuando todavía entrabas por mi ventana y así no me olvido, prometo no olvidarme jamás cómo fue que te quise con las cuatro patas de la cama, la puerta del armario, el marco de mis cuadros, el picaporte de mi casa, la alfombra del patio a mi jardín, el pelo enredado, los dientes recién lavados, la bolsa del supermercado y una margarita, y así y sin más, prometo recordarlo para no olvidar que no te quiero repetir jamás.
Luciana Salvador Serradell
1 comentario:
Hay quien tiene que escribir un libro para hacerte pensar. Tu con 20 líneas te bastas. ¡Qué fácil es no querer a quien nos quiso!.
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