Alicia al teléfono, hoy a las 17:49

Leo Levinstein
Alicia hablando hoy a las 17:49 por teléfono.

- Un día te despiertas y te das cuenta que todo lo que querías hacer y habías planeado, se está a punto de ir al carajo. Entonces entras en crisis, como un ataque de pánico o algo parecido, aunque nunca tuve uno (...) Y culpas a todos mientras repartís reproches personales a los de arriba, a los de abajo, a los que están a tu costado… A todos. Puteas, puteas bien. Puteas con todas las palabras que sabes, hasta que te das cuenta que sos vos. Que la que se aparta de lo planeado es una y no porque otro te empujó, sino porque vas tanteando. Probando qué tal y si o mientras tanto. Menos mal que hay días negros para ver las cosas más claras.


Luciana Salvador Serradell



Estás viva Cintia. Estás viva.

Todd Webb
Estas viva Cintia, así que tienes que vivir. Estás aquí y ahora, y aquí y ahora es donde empieza todo, se dijo en voz baja y lo repitió en su cabeza para creérselo. Para hacer de ella las palabras que decía, el deseo que sentía, esa necesidad de tener ganas de quererse estando viva para seguir.

- Estás viva Cintia. 

Estás viva Cintia y estás aquí y ahora, y no hay nada que perder, repitió con los pensamientos que se escriben con la vista. Los que no se cuentan.

Estoy viva, dijo. Y no hay miedo más grande que estarlo, sintió.

- ¿Miedo?, pensó.
- ¿Miedo a qué?
- ¿Miedo a que un día me despierte y no haya nada?
- ¿Miedo a que un día me despierte y no haya nadie?
- ¿Miedo a quedarme sola viviendo todo lo que toca?
- ¿Miedo a estar sola?
- No, miedo a no tener miedo a estar sola y seguir igual.



Luciana Salvador Serradell

Lo que esconde Laura cuando deja de pensar

Eva Creel
Tu estancia.
Tu estancia aquí, dijo Laura. 
Debe permanecer en secreto. Y soltó un Shh. 

Por debajo de mi voz y detrás de lo que digo. 
Ahí, y se señaló la cabeza. 
La cabeza, dijo. 
Donde guardo todo lo que pienso, donde pongo todo lo que digo.

Tu lugar.
Tu lugar aquí debe estar escondido.
Escondido. Escondido, repitió dos veces. 

Por debajo de mis rodillas y lejos de mi vista. 
Aquí, y se señaló los pies.
Los pies y también los dedos de los pies. 
Donde guardo mis enredos, donde entretejo mi camino.

Ahora lo sabes. 
¿Lo sabes?, volvió a decir.

Tu presencia aquí debe ser sigilosa. 
Y soltó de nuevo un Shh.

Sigilosa para que mi cabeza no se entere, no se entere nunca lo que escondo.
Lo que escondo con cariño. 
Lo que tengo aquí.
Aquí, y se tocó el corazón.


Luciana Salvador Serradell

Que no te vuelva a pasar Julia

Jerry Pigeon
Cosas que prometo hacer sin falta el próximo año, escribió Julia en una hoja que encontró hoy temprano, cuando revolvía un cajón lleno de porquerías. 

Cosas, pensó en voz baja y buscó en la hoja la fecha exacta que no encontró porque no  escribió nada. 

Que no me vuelva a pasar, murmuró. 

Que no te vuelva a pasar.

Luciana Salvador Serradell



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...